viernes, 19 de abril de 2019

EN SENTIDO CONTRARIO


Recuerdo aquel horrible día, cuando el cambio climático destrozó el planeta. Fue un golpe brusco, inesperado y causó auténticos estragos, sobre todo en los países ricos. De un día para otro, muchos lugares se volvieron inhóspitos, se destruyeron infraestructuras, la crisis ahogó a la gente y las guerras y la hambruna no tardaron en aparecer.  Hoy en la playa veo otra patera cargada de rostros demacrados y ojos llorosos. Siguen siendo gente desesperada, que lo arriesga todo por un futuro incierto huyendo del infierno, pero ahora son escandinavos llegando a las costas africanas. Como antes ocurría, solo quieren vivir.

Finalista Concurso Microrrelatos Fundación Aquae 2018

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