Publicado en el libro de microrrelatos "Mirad... ¡Están ahí!" de Editorial Acén.
Los beneficios de la venta de este libro se destinan a diversas ONG de carácter social: https://aceneditorial.es/libro/mirad-estan-ahi/
Las
dos estábamos temblando, seguramente de frío pero también de miedo y por toda la
tensión acumulada en la travesía y durante los días previos. Me ofrecieron un
par de mantas y arropé a mi pequeña, que al rato dejó de sollozar. Poco después nos dieron algo
caliente para beber, el café me devolvió a la vida mientras ella engullía con
ansia un biberón. Aquellas personas se mostraban muy amables y generosas con
todos nosotros.
En
la playa, no lejos de donde nos encontrábamos, un cuerpo yacía sin vida y al volver
a verlo allí tirado no pude reprimir el llanto.
-¿Lo
conocías?, me preguntó uno de los voluntarios.
-Solo
de viajar en la misma patera, le mentí con un nudo en la garganta por miedo a
lo que pudiera pasarnos si decía otra cosa.
Luego
llegó una ambulancia y a mi bebé y a mí nos llevaron a un hospital pero él se
quedó allí, inmóvil en la arena mojada y tapado ahora por un plástico. No tuve
el coraje de preguntar qué harían con su cuerpo. Ya no podríamos hacer realidad
todos los sueños que imaginamos juntos mientras contemplábamos las estrellas y
mi niña nunca tendría siquiera la oportunidad de jugar y reír junto a su padre.
Y ahora, ¿qué sería de nosotras?
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